No se por qué me persigue este sentimiento de culpabilidad a la hora de escribir estos fragmentos, como si haciéndolos denunciara la fragilidad de mi existencia, facilitara las armas necesarias a mis detractores.
X
Con la vista sobrevuelo por los innumerables objetos que han compuesto el espacio en que habito, los observo como a un pueblo inhóspito al que pronto tendré que abandonar.
X
Mi sensibilidad está contaminada de errores, solo repara en los defectos de las circunstancias
solo se admira con la irresponsabilidad de un gesto abandonado en el precario momento de lo inadvertido
x
sigo interrogándome acerca de este instante infinito en que tengo que rendir cuentas sobre los sucesos insignificantes de este preciso momento
x
yo sabía que en algún momento ibas a tropezar con estos textos, por eso preparé este pequeño espejo de lo que significa tu presencia en mis dominios literarios, perdóname pero no pude evitarte, ahora lo dejaré caer para que se haga añicos en el suelo no con el ánimo de desearte tantos años de desgracia, sino para dejar claro quien es el que tiene la última palabra en estos breves pasajes.
X
Desertar constantemente, infundir el pánico, provocar disturbios, doblegar a las masas y torrentes de palabras que se agolpan en el simulacro de una leyenda
X
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario