Cannabis Habanera

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Shagall en la Habana

miércoles, 28 de abril de 2010

De las cartas a Lia

Querida Lia:
Hace tiempo que no se de ti,
he revisado de vez en cuando los tres mail que tengo de tus dedos,
personales
mios,
particularmente mios
los guardo celosamente como un maestro retirado que se enamoró de los ensayos de una alumna que no se llevaba las mejores calificaciones pero que lo que escribía lo excitaba,
no quiero discutir el sentido de la palabra “excitar”
oh si, vamos a despejar dudas , lo excitaba en el sentido estético de la palabra.
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También me vienen vagos recuerdos de los personajes de Rayuela, de la Maga y Horacio,
Sobre todo de Horacio, ahora no estoy muy seguro de su nombre, te lo juro, pero del que si me acuerdo es de su admirado profesor Morelli, el alter ego de Cortazar en la novela
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Un día pensé en llevar “Rayuela” al cine,
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Un día lo hice.
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Eso es otro cuento,
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Lo que recuerdo de esos personajes era la admiración que tenían por las disertaciones de Morrelli, recuerdo que el capítulo 99 de la primera edición que hizo Casa de las América, era como una declaración de principios de Morelli, desde su perspectiva sobre la estética y la Filosofía de Crear, digo así lo interpreté yo en aquellos tiempos ,me leí de arriba abajo los dos caminos que proponía Cortazar, a pesar de la advertencia de que solo se debía tomar, uno leer, Rayuela de una sola manera, la tradicional y la salteada.
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Saqué mis propias conclusiones y creo que la tercera manera de leerla que era al azar, con el ánimo de que lo que encontraras fueran justo las palabras que estabas buscando---era mi preferida.
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Hoy no tengo el libro, no se si lo dejé en la Habana, en Miami, en New York o en alguna casa del D.F.
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Ahora solo lo recuerdo para pensar en los personajes que hoy me he creado de ti y de mi
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Eres posiblemente la Maga de la Rayuela que estoy armando con estos correos, donde no ocupo la posición del Romeo que comparte tu amor, sino la de un amigo de Morelli, que te conoció de casualidad en una galería de arte virtual donde los cuadros que se exponían eran
Como Plasmas HD, donde se exhibían cada uno de los mejores blog producidos por la Generación Y, en real time, una galería conceptual de esas que ha cada rato se le ocurren a un artista plástico y las exhibe en algún lugar del mundo.
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Yo recorrí con la mirada vaga aquellos cuadros hiperrealistas sobre la blogosfera cubana y elegí acercarme al que mostraba el tuyo…
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Quizás eso sirva como una secuencia de una imaginaria película que no realizaré jamás, pero puede servir para que entremos en contexto de lo que pudo ser real si alguna vez las cosas hubiesen sido reales entre nosotros.
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De repente me animo con lo que te estoy escribiendo y coloco el concierto de KÖLN de Keith Jarret y te sigo escribiendo
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Creo que recordar que lo habías perdido o todavía lo tenías en un casette y ya nadie tenía algo decente en donde reproducirlo,
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Eso me hace pensar en todos los discos de Acetato que he tenido que dejar en el camino
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Toda la música, literatura y películas, los originales, y los objetos de decoración, los teléfonos, los ceniceros, las fotos, los sombreros, las cámaras, los rollos fotográficos, las guitarras, las plumas preferidas, los lentes y las botas, las estampas religiosas, los inconos y los santos, los collares, y los relojes.
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Todo con tal de andar con el equipaje ligero, con tal de estar preparado para volverme a exiliar cuando sea necesario como lo he venido haciendo en mis últimos veinte años, renunciando a la posibilidad de hacer una familia, de estar con mi familia de sangre, o de comenzar una nueva vida con alguien… Atrás se han quedado todos los objetos decorativos de todas las personas que he querido ser en el transcurso de mi vida.
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Como locaciones abandonadas de películas teatrales que nunca se llegaron a filmar,
Que consistieron en un ensayo eterno de la posibilidad de una película madura.
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Al perder el rumbo, también se pierde el sentido de lo que se busca, así mi viejo oficio se trató de encontrar un lenguaje propio que me permitiera exorcizar mi perspectiva cinematográfica, el celo con que me imaginaba la creación de cada plano en mis películas , el cuidado que tenía de no repetirme en la admiración a mis maestros,
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La repugnancia que me daba tener que soportar un plano que no hubiese estado concebido de diez mil maneras para lograr mi propio encuadre, para que cada objeto que estuviese presente le hablase al espectador, sin quitarle la atención al actor.
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Tanto me cuidé en la reparación y el preciosismo con que me preparé para realizar esa llamémosle consagración al séptimo arte, que nunca hice esa película.
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Aquella porque después descubrí algo que me dejó dormir en paz con mi alienación de todos los grupos posibles del arte y de la vida.
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Elegí el camino de un monje de la montaña en plena ciudad.
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Mi cine fue y será imaginario, solo los que pueden llegar a mi lo pueden apreciar
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Como si se tratase de una película de de súper 8 y no hay un proyector de ese formato en los alrededores.
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Así me hacen disfrutar tus tres correos, me hacen querer escribir sobre estas fantasias
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Me devuelven el ánimo creativo, aunque no me lo merezca, aunque siga pareciendo un intruso, y de repente te sientas acosada por mi insistencia
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No voy a renunciar a seguir escribiéndote, a no ser que tu me lo pidas.
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A estas alturas de mi vida, tengo la experiencia suficiente para claudicar temprano
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Para dejar correr el tiempo y encontrar mi lugar en esas personas que llaman mi atención,
que me permiten ilustrar algunos momentos de sus vidas y lo aprovechan de la manera en que se les antoje.
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Mis palabras están llenas de la Habana, porque todo comenzó allí, pero me he ido moviendo en el poco mundo que me alcanza por la edad sin perder la perspectiva de la Habana, desde el Vedado, créeme si te digo que acabo de sentir un Deja Vu y pensé que estaba en mi casa de N y 21.
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Y mi estudio de la Luz de La Habana recorriendo el Malecón era un ejercicio diario hasta llegar a crear una croma única de mis planos, evitando la mirada turística del extranjero, el plano chato y repetitivo de los nativos del celuloide, o la cotidianeidad de un encuadre inevitable
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Me di a la tarea de coleccionar atardeceres como Cortazar y creo haber llegado a conseguir una cifra respetable.
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Todavía cazo un atardecer o un amanecer de vez en cuando, pero ahora desde otros lugares del mundo por los que paso de casualidad, posiblemente
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Hace poco cazé uno donde se me presentó PapaDió, (permíteme tutear al Señor de esta manera para no darle un carácter demasiado religioso a mis palabras,
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Si, tengo una bella foto donde se ve a Él ante el Sol y se refleja en una laguna que queda en Iguala, camino de Acapulco. Un lugar bendito a donde fui a parar y si creo que me ha cambiado toda la vida, porque lo que ha sucedido desde entonces a la fecha es totalmente radical a como iban las cosas, no se si decirte que para bien o para mal, lo único que puedo decirte, que eres la única persona a la que le he querido comentar esto, porque mis amigos más cercanos me han impedido publicar la foto, tengo que hacer una serie de incómodas gestiones para registrarla antes de hacerlo- me dicen. Pero yo me siento tan débil en estos momentos como para resolver un acto estético y espiritual de manera legal que no lo he hecho.
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Precisamente la tengo montada en un marco y la acabo de observar, siempre me transmite paz.
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Es una foto que me cuida y me ha devuelto la Fe, porque no todo el mundo puede gozar de la sensación de haber retratado con una simple cámara digital a Dios en el cielo, como saludando o diciéndonos A Dios…
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