TIME LAPSE

Huele la punta  agridulce de sus dedos después  de zarandear el prepucio adolorido por la quemada que le ha dado el orine de cerveza con chile habanero.

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Se  fumó aquello que bajaron de la Sierra y se ha pasado el día filmando time lapse de las nubes bajando por la Cordillera mexicana, el frio le cala los huesos pero le vale madre, observa el aspecto que adquiere la vegetación con los lentes ámbar amarillos con que se cubre los ojos.

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Expele una bocanada de humo ante el lente de la cámara, sabiendo que en fracciones de segundos la niebla cubrirá todo el angosto espacio que eligió para anclar el trípode a los pies del más peligroso precipio.

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Piensa en ella y extrae la laptop de la mochila para escribirle un post desde aquel recóndito lugar que le ha reservado Dios para filmar su próxima película.

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La última hora se la dedica a filmar el Crepúsculo y le pone nombre, le llama Lia y sabe que cuando tenga un tiempo publicará los siete segundos en los que comprimirá la última hora de luz del día de hoy y se los publicará en este mismo blog.