Cannabis Habanera

Cannabis Habanera
Shagall en la Habana

domingo, 16 de mayo de 2010

NO FUMARÁS

Aceptar abiertamente que uno es defensor de la cannabis sativa es declararse políticamente incorrecto, ser víctima de una parafernalia de choteos de la peor calaña, da asco, citar como nos nombran, como nos catalogan, da gracia ver a los intelectualoides refiriéndose a una idea algo fuera de la realidad, como algo extraído de una fumada, da verdadera vergüenza ajena ver a los conservadores de los tradicionales valores familiares como miran con desdén a aquellos que consumen una yerba que no han podido borrar de la faz de la tierra y que no aparece negada en ninguno de los mandamientos de la Biblia, ni en los siete pecados capitales, da verdadero horror verlos fumando sus cajetillas de cigarro etiquetadas, bebiendo alcohol de marca, hablando por sus celulares, bebiendo sus coca colas, malgastando el agua lavando docenas de camisas blancas en súper lavadoras y mirando como bombardean la ciudad de Irak por la CNN o se desmoronan las Torres gemelas y después culpar a un simple consumidor de peligro social por preferir  algo prohibido por la necedad  y la ignorancia de hombres inquisidores  y los tiempos que estamos viviendo.
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No es hasta el momento en que les alcanza una penosa enfermedad a ellos o alguno de sus familiares, en que este tipo de individuo tiene que aceptar el consumo de tan difamada planta para superar dolencias o abrir el apetito o aliviar el suplicio.
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Mientras se siga menospreciando la cánnabis habrá racismo, habrá división de clases, habrá odio…
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¿Llegará el día en que la humanidad en su totalidad  lo entenderá?

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