“El sibarita”

“A mi maestro y amigo Ramón F Suarez”

Un día conocí al maestro y artista Ramón F Suarez
el director de Fotografía de “Memorias del Subdesarrollo” de Tomás Gutiérrez Alea, alias Titón.
En ese tiempo me encontraba realizando la campaña de lanzamiento de un
programa de televisión por cable en la ciudad de Miami.
Le pedí a Ramoncito, (con cierta humildad) si me hacia el honor
de realizar la fotografía de la campaña en super 16 mm,
Lo acepto, primero mandándome al carajo si lo seguía tratando de usted y
de maestro.
Entre las inolvidables vivencias de aquella experiencia que guardo en mi
corazón de cineasta, (sin ninguna humildad) recuerdo el día que mientras
degustábamos vinos en su casa y preparaba una suculenta pasta a la Carbonara
donde si reconocía sus innegables títulos de maestro chef de cocina italo-francesa-cubana, me condujo a su estudio de pintura y me mostró el visor
(lente cinematográfico que usan los directores y fotógrafos
Para observar los encuadres) de su entrañable amigo Nestor Almendros.
otro maestro cinematógrafo, luego me regaló una cartulina al carbón o carboncillo
que acababa de terminar y estaba sobre el atril.
El visor, que lo tomé en mis manos con el temor de empañar las huellas
del pintor de la Luz al que había pertenecido, mostraba el nombre de su
dueño tallado sobre una anilla plateada del que se sostenía un cordón
que se cuelga al cuello para llevarlo mientras realizas la búsqueda del
encuadre en las locaciones.
Por esa lentilla habían pasado las imágenes de la películas de Truffaut
que realizó Nestor o las de “La Laguna Azúl”, o las de “Kramer vs Kramer”
por mencionar algunas.
Con ella observé mi primer encuadre enfocado en Ramoncito que firmaba la dedicatoria del cuadro
que me estaba regalando.
Luego pasamos a la mesa y mientras cenábamos deliciosamente La Carbonara
me contó sus experiencias en el estudio de Igmar Bermang, o sus trabajos
con Darius Khonjhi el fotógrafo de “Delicatessen” o “Seven”.
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Cuando ya habíamos degustado un sinnúmeros de vinos que realmente no
Recuerdo sus nombres pero que por la explicaciones que hacía, los años de cosecha y el lujo de
detalles con que contó cómo eran procesados y una serie de datos imprescidibles para
los especialista y catadores en Vinos...
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Me atreví a comentar que durante muchos años había considerado el
Plano final de “Memorias del subdesarrollo” el telefoto más espectacular
de la historia del cine, por lo menos en blanco y negro que yo recordara.
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Demás está decir que la historia de ese plano la recreó como si estuvieramos
En el Pent House del edificio Soumelland(no sé como se escribe ese nombre)en el Malecón habanero
desde donde se realizó contra viento y marea(mejor
parafraseado imposible)
contó los pormenores de cómo tuvieron que mandar
a hacer un soporte a Hungría para sostener aquel enorme telefoto(tampoco recuerdo sus medidas)que habían donado los rusos y que se usó por vez primera en esa película y para ilustrar todo aquello sacó el álbum dedicado a las fotos de la película donde aparecía junto a Titón y sus asistentes como un grupo de jóvenes cineastas que eran los dueños y creadores de la època dorada
del cine cubano.
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Al final cuando nos retirábamos me detuvo en la puerta de su departamento y me prestó
el visor de Nestor Almendros en su estucho de piel, para que lo usara en el spot publicitario
que íbamos a realizar juntos.
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-No, cómo crees que voy a aceptar. Le dije.
-A el le hubiera gustado. Me contestó Ramoncito despidiendome con un abrazo.