Sin consultar el oráculo de Delfos, sin atrincherarme en el paso de las Termópilas para detener la invasión persa a Esparta, sin sumarme a los trecientos valientes guerreros bajo las ordenes del rey Leónidas…
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Sin piratear los diseños gráficos de Frank Miller, los efectos especiales que usó Zack Snyder de velocidad, retención y vuelta a la velocidad en las monumentales tomas de las batallas de su animada película “300”.
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He arribado a mi spot número trescientos, que si no es un record debe reflejar un buen averaje.
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Hace casi dos meses que empecé con este proyecto y no tenía la menor idea de lo que podía suceder cuando lo hice, recuerdo que se unieron varias situaciones que motivaron mi decisión,
Pero la más importante de todas es el haberme conectado con una generación de cubanos que han demostrado con su creatividad y valentía que con todo el poderío que cuenta el poderoso rey y creído semidiós persa, siempre habrá un pequeño grupo incluso menor a trescientos soldados que les dará batalla y demostrará que la dictadura es una patética incultura de poder
que siempre adolecerá del vulnerable talón de Aquiles.
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